Al sur
de Celtiberia, en la tierra libre de al- Andalus, sobrevive, a pesar de la
invasión y colonización por parte de fuerzas bárbaras, un reducto de lo
que el antropólogo suizo Edgar Poitier ha dado en llamar el "Homo
Sendericus".
Esta
especie de homínido se reagrupa en las tierras altas de la provincia
malacitana, zona montañosa y abrupta a la que el mismo clan denomina
"Arúndalus" (Ronda).
Perfectamente
adaptado a este paisaje y a su extremo clima, fuertes nevadas en Invierno
que dan nombre a sus montañas (Sierra de las Nieves) y altas temperaturas
en el Estío (el puente nuevo se pone que no se puede pasar con tanta guiri
güena).
El
"Homo Sendericus" ha desarrollado una capacidad adaptativa tal
para sobrevivir que su mimetismo en las zonas pobladas los hace pasar
inadvertido entre su mas cercano pariente, el "homo automovilísticus",
llegando incluso a simular el curioso apéndice que este ultimo ha
desarrollado en los tiempos actuales, fruto de alguna mutación tecnológica,
el "móvil".
Pero
para conocer y estudiar mejor a esta especie de individuos, nos
centraremos en su hábitat, a través del cual, de sus contrastes, de su vegetación, de su clima, de sus hermanos animales, de su cultura,
costumbre e historia, de sus senderos, caminos y cañadas, llegaremos a
sentir lo que el "Homo Sendericus" experimenta en su principal razón
de ser y su actividad mas placentera: CRUZAR
MONTAÑAS A PIE.
ENTRA EN
LA LEYENDA DEL HOMO SENDERICUS