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Introducción:
El pinsapo es un árbol majestuoso cuya sola presencia
justifica la existencia de los Parques Naturales de Grazalema y el de La
Sierra de Las Nieves y un espacio con otra figura de protección:
Los Reales de Sierra Bermeja.
Es el árbol emblemático de la Serranía
de Ronda en su sentido más amplio, superando los límites
provinciales y, ¿ por que no?, de toda Andalucía; en estado
natural sólo existe en el norte de Marruecos formando un pequeño
bosque en las cercanías de Xauen (se discute aún sobre si
se trata de la misma especie o no) y en comarca donde nos encontramos,
en tres masas boscosas que son: Los Reales de Sierra Bermeja entre Estepona,
Genalguacil y Jubrique; en la Sierra del Pinar entre Grazalema y Benamahoma
y en la Sierra de Las Nieves entre los municipios de Parauta, Ronda, El
Burgo, Yunquera y Tolox.
Biológicamente los pinsapos son abetos y pertenecen al grupo
de las gimnospermas o plantas sin flores verdaderas, como los cedros,
pinos y cipreses por solo citar los más conocidos. Necesitan alta
humedad y laderas de umbría o suelos que retengan una cierta cantidad
de agua. Es un árbol que puede alcanzar los 25-30 m. de altura en
el campo, en jardines puede llegar a ser más alto. La forma de la
copa es cónica, muy perfecta, con ramas desde la misma base del
tronco cuando se encuentra aislado. La copa es densa y oscura observándose
a veces individuos azulados mezclados con la masa principal; las raíces
son gruesas y largas, a veces muy superficiales. El tronco es recto y cilíndrico,
en los individuos viejos se presenta irregular y retorcido perdiendo completamente
su forma piramidal. Las hojas tienen forma de aguja, rígidas y algo
punzantes, una hoja puede llegar a vivir hasta 15 años, la edad
máxima entre todas las gimnospermas. Son árboles que presentan
los dos sexos en el mismo individuo, es decir, son machos y hembras a la
vez, pero para evitar la autofecundación, las piñas femeninas
están en la parte alta del árbol y las masculinas en la parte
media. Producen unos pequeños piñones en forma de cuña
que caen al suelo al desintegrarse la piña en Otoño, tienen
una pequeña ala membranosa que les ayuda en la dispersión
por el viento.
Distribución:
Aunque pueda parecer raro, alrededor del Mediterráneo
viven nueve especies de abetos que son el residuo de los extensos bosques
de coníferas que existieron en esta zona hace unos 20 millones
de años, antes de retirarse los hielos en el cuaternario. Una de
esas especies es el Abies nordmanniana que habita en las montañas
del Cáucaso, sin duda es el origen del extendido error sobre la
existencia de pinsapos en los Montes Urales, confundiendo este otro
abeto con el pinsapo y los Urales con el Cáucaso.
El más emparentado con nuestro pinsapo es el Abies
numidica o abeto de Argelia, vive en la atormentada región de La
Kabilia lo que explica el desconocimiento que de esta especie se tiene.
Ninguna de las especies de abetos circunmediterráneos forma extensos
bosques como los que existen en el norte de Europa o Canadá.
El pinsapo necesita condiciones de humedad altas, más
de 1.000 litros por metro cuadrado y año, veranos cortos y temperaturas
medias inferiores a 12 grados, suele vivir en las umbrias de las laderas
con fuerte pendiente, entre los 1.000 y 1.600 metros de altura, es bastante
independiente del tipo de suelo, en los últimos tiempos está
conquistando laderas orientadas a la solana pero siempre que los suelos
puedan retener agua en cierta abundancia, en condiciones naturales crece
tanto en rocas calizas como en las rocas magmáticas.
Forma tres masas boscosas en la Serranía de Ronda;
en la Sierra de Las Nieves ocupa una gran extensión, cerca de 3.000
hectáreas de pequeños y separados bosques en forma pura o
mezclado con otras especies, en esta zona se encuentra en plena expansión;
en la Sierra del Pinar de Grazalema ocupa unas 500 hectáreas formando
un bosque único, en la Sierra Bermeja apenas ocupa unas 70 hectáreas
y se encuentra en retroceso quizás influido por el clima costero
cercano o por que este pequeño pinsapar ha sufrido importantes incendios
que lo han dividido actualmente en tres pequeños bosquetes.
Descubrimiento:
El descubrimiento para la ciencia se debe a los farmacéuticos
malagueños Haenseler y Prolongo que mostraron en sus herbarios ramitas
de pinsapo al botánico Edmond Boissier, de Ginebra, que visitó
la ciudad de Málaga en 1.837. En Estepona tuvo ocasión de
ver pinsapos con sus propios ojos pero sólo en otoño y compañado
en una excursión científica por sus amigos Haenseler y Prolongo
llegó a identificar el árbol a través de sus piñas
como perteneciente al genero Abies. Nada mejor que las palabras de E. Boissier
recogidas de su libro "Voyaje Botanique dans le midi d´Espagne" para
describir la emoción del momento: ...muy cerca de allí, el
guía nos enseño desde lejos el primer pinsapo; dando gritos
de alegría corrimos llenos de emoción, pero por desgracia
el árbol no llevaba ningún fruto, un segundo, un tercero
me dieron sucesivamente falsas esperanzas, al fin tuve bastante suerte
y vi uno cuyas ramas superiores estaban cargadas de conos erguidos. Nos
apresuramos a trepar para recogerlos y ya no quedaron dudas sobre el género
de está árbol singular. Era ciertamente un Abies próximo
a nuestro abeto común... Boissier publica el descubrimiento en un
revista al año siguiente y le da el nombre científico por
el que es conocido, Abies pinsapo. En la zona es conocido popularmente
tambien con el nombre de pinzapo.
Antes pudo ser conocido por Simón de Rojas Clemente
y Rubio, el sabio moro, que estuvo herborizando por la Serranía,
aunque no se tiene constancia escrita de ello.
La primera cita del pinsapo data del año 1.754, cuando
se hace un inventario de los árboles existentes en los baldíos,
dehesas reales y montes de los pueblos adscritos a la marina. En los montes
públicos de la Serranía de Villaluenga (hoy Grazalema) se
localizan un total de 1.195 pinsapos. Relaciones de la misma época
contabilizan también 3.000 pinsapos “nuevos” en la comarca de Genalguacil-Estepona
y 150 en Casares. Curiosamente no se cita en la Sierra de la Nieve.
Pocos años después, en el año 1.775,
Guillermo Bowles en su libro “Introducción a la Historia Natural,
y a la Geografía Física de España”, lo cita con el
nombre de Abetes.
La actuación humana:
Se conocen abundantes referencias sobre la evolución
del pinsapar desde la segunda mitad del siglo pasado hasta la actualidad,
antes de esa fecha se tienen pocos datos. La leyenda de que los mástiles
de la Armada Invencible eran de pinsapo, aunque extendida en la Serranía,
no está confirmada; además la madera de pinsapo es de mala
calidad ("eres mas malo que la madera de pinsapo" se dice en la zona),
si se tiene constancia escrita que para la armada que debía llevar
a Felipe II a Inglaterra en 1.554, se habían adquirido 98 docenas
de tablas de pinsapo que se usaban para las divisiones de compartimentos
interiores en los buques (comunicación verbal de Julian de Zulueta).
Hasta el siglo pasado la extracción de madera de pinsapo
debió ser poco importante por las dificultades de comunicaciones;
sin embargo a nivel local e intracomarcal si era bastante utilizado;
los carboneros, la minería, las actividades de los pozos de nieve,
el sobrepastoreo y los incendios llevaron a esta especie a una situación
próxima a la desaparición. Así, Antonio Laynez, en
1.868, calculaba que en la Sierra de La Nieve no habría más
de 26.000 pinsapos y casi todos viejos.
Se tiene referencia de la corta de pinsapos en las fincas
de Berranga y Las Tablas en la Sierra de Las Nieves, para utilizar su madera
en las traviesas de la línea ferroviaria Algeciras Bobadilla en
los años treinta del siglo XX. Estas fincas eran limítrofes
con los de Propios de Ronda. Aun se pueden ver pequeños rodales
de pinsapos salvados de la tala en los alrededores del Cortijo de Berranga
y del carril del Sabinal. Se comenta que antiguamente los jovenes de Yunquera
cuando cortejaban a una señorita, le traían como prueba de
amor, un tronco de pinsapo, mientras más grande mejor; por suerte
estas costumbres no se llevan a cabo hoy en día.
Un análisis más detallado de la influencia humana
sobre los pinsapar se puede encontrar en el libro de los dos autores sobre
la Sierra de Las Nieves.
A raíz del descubrimiento del pinsapo para la ciencia
comienzan las primeras iniciativas para la protección de esta especie;
estableciéndose a finales del siglo pasado los primeros guardas
del pinsapar de los Montes de Propios de Ronda que sobre todo se encargan
de hacer cumplir a los arrendatarios de los pastos, la nieve y el esparto,
las condiciones de los contratos.
En el año 1945, los terrenos de las tres cañadas
sobre las que se extiende el pinsapar de Ronda, propiedad municipal, fueron
adquiridos por el Estado por una cantidad superior a los diez millones
de pesetas, un precio muy alto para la época; en realidad, se trató
de una condonación de la enorme deuda que el municipio tenía
en aquel tiempo.
Los pinsapares de Grazalema y Sierra Bermeja sabemos por la
bibliografía que no estaban en mejores condiciones que los de la
Sierra de La Nieve; en el libro "Descripción Geográfica y
Geológica de la Serranía de Grazalema" de 1.917, Juan Gavala
y Laborde escribe textualmente "... y a los ojos del viajero ofrecen triste
espectáculo los miles y miles de pinsapos cortados hace años
por un explorador de montes a la antigua usanza que hasta después
de hecha esta tala impremeditada no se enteró de que las dificultades
del transporte imposibilitaban en absoluto la salida de la madera; y asi
fueron destruidos más de 15.000 árboles, que en su mayoría
han sido posteriormente pasto de las llamas.". Las llamadas a la protección
de estos bosques se sucedieron durante todo este siglo; en el año
1927 se publicaba en la revista de alpinismo “Peñalara” un artículo
sobre la Sierra de Tolox, en el que se solicitaba para estas montañas
la catalogación de Parque Nacional. Asociaciones, científicos
que vienen por la zona y entidades locales de Málaga también
se preocupan por la conservación de esta especie. Por fín
se empieza a proteger con eficacia primero el pinsapar de Grazalema que
es declarado como parque natural en 1.984, después Sierra de Las
Nieves en 1.989 también como parque natural y Los Reales de Sierra
Bermeja que goza de protección como paraje natural.
Comparando fotos del año 1.964 realizadas por M. Alvarez
Calvente editadas en el libro “Gestión y conservación de
los pinsapares andaluces” con la actualidad, observamos que el pinsapar
está en franca expansión. Tambien espectacular resulta la
comparación entre fotografias del libro de Barbey del año
1.925 y las actuales.
Protegidos ahora por la administración medioambiental
de la Comunidad Autónoma de Andalucía, los problemas que
pueden afectar a estos bosques son el posible cambio climático a
nivel global, los incendios forestales en alto grado y en menor medida
los parásitos como el perforador.
Propuesta:
Los bosques de pinsapos han formado parte de la historia de
Andalucía desde la formación de la estructura física
de este territorio, su relación con los humanos a sido dificil pero
actualmente está reconocido su valor científico lo que garantiza
el interés en su supervivencia, aportan al paisaje andaluz una imagen
de belleza única y diferente que pensamos debe ser reconocida con
carácter oficial.
Determinadas nacionalidades han hecho de algunos árboles
sus señas de identidad.
Argumentos de tipo medioambiental, social, histórico
y de identificación con la formación del territorio andaluz
tienen sufiente peso para proponer que este X Congreso de Andalucismo Histórico
asuma como suya nuestra propuesta de que se reconozca como árbol
andaluz al Pinsapo y se eleve a las más altas instituciones andaluzas
como una de las conclusiones del Congreso.
Bibliografía Básica.
- "La Sierra de Las Nieves: Rutas y Leyendas". Rafael Flores y Andrés
Rodríguez. Editoral Miramar. 220 páginas. 1.997.
- "Descripción Geográfica y Geológica de la
Serranía de Grazalema". Juan Gavala y Laborde. Boletin del Instituto
Geológico y Minero de España. Tomo XXXIX Pag. 3-143. 1.917.
- "Viaje Botánico al Sur de España durante el año
1.837". Charles Edmond Boissier.
Traducción Francoise Clementi. Edita Fundación Caja
de Granada. Universidad de Málaga. 1.995.
- "A través de los Bosques de Pinsapo de Andalucía".
A Barbey. Traducción de Fernando Diaz del Olmo. Edita Consejería
de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. 1.996.
Resumen:
Otras nacionalidades del estado español, consideran a determinadas
especies arbóreas como signos de identidad con la misma o casi la
misma categoria que sus banderas, asi ocurre con el País Vasco y
su árbol de Guernica (un roble), con la comunidad de Madrid y el
madroño (en este caso un arbusto) o Extremadura con la encina.
Se hace un recorrido por las características biológicas
de esta interesante planta del grupo de los abetos y por los avatares históricos
de los bosques de pinsapos. Una descripción que, a juicio de los
autores, hacen totalmente justificable la propuesta final de la ponencia,
que el Congreso eleve a nuestras autoridades políticas la propuesta
de la consideración al más alto nivel del Pinsapo como Arbol
Nacional Andaluz.
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