Bajo
la denominación deMalillo,
conocemos al menos tres cortijos en la Serranía de Ronda. El que
nos ocupa en esta ocasión se encuentra localizado en el límite
oeste del parque natural Sierra de las Nieves y en el término municipal
de Ronda.
Hemos preguntado a los
mayores que significado tiene “Malillo” y ninguno ha dado respuesta que
resuelva el misterio; así que hemos consultado algunos diccionarios
y enciclopedias y tampoco hemos hallado la solución, por lo que
utilizaremos una vez más la intuición y diremos que observando
la ubicación de los tres cortijos que conocemos con dicho nombre
ycotejando sus características
más intrínsecas, llegamos a la conclusión de que el
lugar abrupto y en pendiente donde se encuentran, puede serel
motivo de que su acceso malo o “malillo”, sea adoptado como nombre propio.
No es extraño que algunos cortijos de la Serranía tengan
por nombre un accidente geográfico característico o hagan
mención a la abundancia de alguna planta o animal en la zona; ejemplos
pueden ser, el cortijo del Taramal, hace mención a la abundancia
de taramas; el cortijo de Colmenarejo, a las colmenas; etc.
Para acceder al cortijo de Malillo se toma la carretera de Ronda a S. Pedro
de Alcántara, pasado el km. 11 y justo en frente de la estación
de servicios La Ventilla parte un carril, con un paso para peatones en
la angarilla, que se dirige hasta el cortijo de Manaderos; pasando antes
junto al reconstruido cortijo del Navazo, donde existe un polje que recoge
las aguas que después forman el arroyo de Linarejos.
Tras pasar
una cancela y antes de llegar al cortijo de Manaderos, en la ladera de
la izquierda y muy recóndito, aun perviven los restos de un dolmen.
Una vez en el cortijo de Manaderos, se sigue aguas abajo del río
Grande hasta pasar junto a unas surgencias de agua; cruzamos a la derecha
del río y tras subir una cuesta, encontramos bajo la sombra de unos
enormes chopos, los restos del cortijo de Malillo, donde aún se
adivinan la antigua era y los apriscos.
En
la fotografía observamos algunos enseres de la cocina; sin duda
nos parece muy acertada la política de restauración de estos
cortijos como alojamientos rurales, puesto que de alguna manera se están
preservando o poniendo en moda algunas facetas del mundo rural serrano,
como la decoración, (colores, útiles artesanos, etc) y que
ya son extensibles hasta la ciudad, solo cabe darse una vuelta por el casco
antiguo de Ronda y veremos persianas de esparto, colores de fachadas y
habitaciones, etc.
Este sitio se halla junto al río Grande o Guadalevín, muy
cerca del cortijo protagonista
de este capítulo; es la única zona donde
se podía cultivar las hortalizas, el frescor del agua cercana y
unas tierras ricas en nutrientes daban como resultado excelentes cosechas,
aun se ve la cerca del huerto bajo la sombra de algunos álamos blancos;
por doquier aparecen los manaderos que dan origen, al ya río Guadalevín.
Precisamente el que vemos en la foto es considerado el nacimiento.
En
el profundo charco que produce el nacedero del río, se ven galápagos
y algunos pececillos; dice la leyenda que bajo las aguas del charco de
Malillo, que así se llama, encontró cobijo el famoso bandolero
Flores Arocha; al parecer bajo las rocas existían unas cámaras
de aire que aprovecha el malhechor para pasar escondido largo tiempo; mucha
imaginación hay que tener para creer dicha historia.
En la “Historia de Ronda” de Moreti se hace alusión a este lugar,
lo nombra como Boquete de Manaderos y dice textualmente lo siguiente: “
sus aguas curan en el ganado cabrío, caballar, de cerda, lanar y
asnal, la terrible enfermedad de la epizotia (caída de la pezuña)
sin más operación que tenerlos algunos días pastando
en esos terrenos y que beban de sus aguas”.